miércoles, 22 de mayo de 2013

Free lance III...Volar sin red

Todo se resumía a eso. Mi vida entera había sido inútil o solo una preparación para llegar a este punto. Un punto aterrador, como cuando ves una rata enorme y asquerosa corriendo a toda velocidad hacia a vos y sabés que podes esquivarla, sin embargo te quedás petrificado, esperando que se te acerque o como cuando te escondés a fumar un cigarrillo y escuchás que se abre la puerta y estás a punto de ser descubierto. Todo tu cuerpo se contrae formando un solo músculo y la respiración parece detenerse por completo. Mis pies seguían pisando fuerte, jugando en contra de mi mente... mi cuerpo temblaba tanto, que dudé de no estar convulsionando, cada paso me helaba más la sangre y hacía que el simple hecho de mover un dedo, se convirtiera en una odisea, moría por correr hasta no poder más, hasta que mis músculos quemaran bajo mi piel... pero aun así mi mente jugaba en mi contra y me hacía seguir caminando, presa del pánico de lo que venía. 
Mis lagrimas caían a borbotones y aun así mis pies seguían caminando en su paso infinito, no podría explicar cuánto tiempo caminé porque ya estaba más allá de la realidad. De pronto, me frené y todo cobró sentido, estaba al borde de un acantilado y mis pies se tambaleaban indecisos, mis cabellos se despeinaban y la adrenalina se amontonaba en mi cuello. Finalmente estaba en el aire, cayendo a gran velocidad, volando por momentos pero de repente mi mano se afirmó con algo era una cuerda, que me detuvo instantáneamente y fue entonces cuando recordé una frase que nunca había salido de mi cabeza desde que la leí "salta y la red aparecerá" .

Esta última frase es de Goethe.


F.R.

Free lance II - ¿Qué infancia?


Miguel, Sergio y Liliana... Por fin me acuerdo (pensé en un físico distinto, aunque se ven muy interesantes)


Se nombra a la infancia
¿qué infancia?
Y así me acorde de él,
está acá a dos cuadras
por lo menos su presencia y...
¡ahí está mi infancia!

Ahí entregada, no, robada por las personas más dulces
Robada de una forma sensual y mágica

Me di cuenta de que me fui y me está costando volver
Sola, me digo que fueron lindas horas perdidas en mi inmensidad, pero me corrijo…
Estos momentos me hacen recordar
Recordar los sentimientos que ignoro en mi día a día
Sentimientos que me da miedo sentir y
quisiera no sentir.

M.O.

Free lance...otras escrituras!





Tres poetas, enfrente

Toman el agua que la garganta les pide a gritos
Nosotros escuchamos,
escribimos.
A pesar de los ruidos molestos, prestamos atención
Pero sin embargo es raro, distinto

Preguntas como ¿qué es la poesía? 
¿cómo haces?
aparecen en todas estas cabezas


Y el resfrío de todos me quita inspiración (hasta me molesta)

Sonó un teléfono, nuestras mentes se fueron por un instante
A algunos les va a costar retomar.


M.O.






domingo, 12 de mayo de 2013

Girondinas, girondianas...





Leé este poema del maestro 
OLIVERIO GIRONDO...


"Poema 12"

Se miran, se presienten, se desean,
se acarician, se besan, se desnudan,
se respiran, se acuestan, se olfatean,
se penetran, se chupan, se demudan,
se adormecen, se despiertan, se iluminan,
se codician, se palpan, se fascinan,
se mastican, se gustan, se babean,
se confunden, se acoplan, se disgregan,
se aletargan, fallecen, se reintegran,
se distienden, se enarcan, se menean,
se retuercen, se estiran, se caldean,
se estrangulan, se aprietan se estremecen,
se tantean, se juntan, desfallecen,
se repelen, se enervan, se apetecen,
se acometen, se enlazan, se entrechocan,
se agazapan, se apresan, se dislocan,
se perforan, se incrustan, se acribillan,
se remachan, se injertan, se atornillan,
se desmayan, reviven, resplandecen,
se contemplan, se inflaman, se enloquecen,
se derriten, se sueldan, se calcinan,
se desgarran, se muerden, se asesinan,
resucitan, se buscan, se refriegan,
se rehuyen, se evaden, y se entregan.


Te propongo escribir un poema/texto narrativo en el que solo uses verbos en la forma en que lo hace Oliverio...





"¿Gusano o mariposa?"


Se abre, se oculta,

se retuerce, se despereza, se escabulle, 
se columpia, se cae, se va. 












Letras orientales:

Se trazan, 
se espacian, se dibujan,
se mecen, se sueñan.

Nuevas actividades...







Palabras que se hacen poemas...

                                               Poemas hechos de palabras...





He aquí algunas palabras para que pienses y, si tenés ganas, escribas un poema...


Plumas

Rocío
Latas
Abril
Mañana
Serpentina
Miradas
Dolor
Estela
Abrazar

Si no te alcanzan o si querés usar otras, podés hacerlo...

Entrá en "estado de poesía", animate...


Felicidad 1. Estado en que la mente se aleja a un lugar utópico. 2. Ver la realidad con cierta irrealidad. 3. No dejarse ganar por la Infelicidad.

Poema 1. Sentimientos en un papel. 2. En la mayoría de los casos, se ve lo que el lector quiere.


Amor 1. Ilusiones 2. Estúpido 3. Incoherente 4. Tener miedo a que se pierda


Dolor 1. Ganas de no escuchar a nadie 2. Está siempre presente


Sinceridad 1. No omitir informacion 2. Enfrentarse a las consecuencias.


T.. "Sapoo" V.

jueves, 2 de mayo de 2013


Había una vez un pueblo de montaña llamado Perales, en aquel pueblo todos eran muy felices Y nadie conocía otro sentimiento, pues nunca lo habían experimentado. Comer peras, trabajar los perales, celebrar festividades como “el descubrimiento de la pera” eran parte de una rutina que no se había quebrantado nunca y que nadie quebrantaría pues eso era,lo que ellos sabían que los mantenía en ese estado de euforia permanente.
En lo alto de las colinas peralenses habitaba la reina y señora del lugar, era una mujer con una blanca dentadura que no paraba de enseñar… era tan feliz, que con solo mirarla los peralenses comenzaban a estallar en carcajadas, pero como toda buena reina, Peralina tenía un muy oscuro secreto. En lo alto de su castillo, en la torre más apartada, allí donde las peras crecen menos jugosas y los ríos son menos dulces, vivía su joven hija Perensa. Nadie sabía de su existencia, pues la reina estaba segura de que la enfermedad que su hija acarreaba era contagiosa, y plagar su hermoso y perfecto reino con ella sería fatal. Perensa tenía siempre los ojos inundados de agua salada, una cara larga y la boca en sentido contrario a una sonrisa… ni los mejores médicos habían podido adivinar qué le sucedía. La reina se avergonzaba de que de su propio vientre haya nacido una niña con esas características. Los primeros años de vida la visitaba y velaba por ella, pero hacía ya años que no veía a la pobre Perensa. Cada noche se escuchaba fuertemente una especie de alarido proveniente de aquella zona del castillo, eran gritos descomunales que la reina había descripto como de “lobos salvajes deseantes de deliciosas peras”
Perensa había llegado ya a los 10 años de edad y, desesperada por aquella desgarradora situación, recorria el salón en el que se encontraba. Por primera vez en su vida había callado sus gritos y la inexplicable agua salada había cesado de caer por sus mejillas, pero la cara larga seguía persistiendo. Alcanzó la puerta e intentó abrirla,pero le fue imposible y comenzó a gemir nuevamente… asi siguió intentándolo hasta que, llegada la noche, logró escuchar cómo fallaba el candado y vio que la puerta cedía ante su fuerza. Lo primero que hizo fue mirar a su alrededor, incrédula, pues hacía ya 8 años que estaba encerrada en aquel lugar, después de que su madre no la soportara más, y todo seguía exactamente igual, hasta se escuchaban las mismas carcajadas provenientes de la ciudad.
Caminó sin rumbo alejándose de su horrible cárcel y cuando el sol comenzó a salir, sus pies cedieron al cansancio; una vez acostada en el suelo, comenzó a respirar profundamente dejando que ese olor desconocido llenara sus pulmones… una dulzura la recorrió y la llenó de fuerzas, miró a su alrededor y solo pudo ver unas extrañas bolas naranjas, corrió hasta un árbol cercano arrancando todas y cada una de las bolas que abia allí colgando, extrajo la corrugada piel de la primera y dio un gran mordisco. Por primera vez en su vida, Perensa lanzó una estridente carcajada, y a partir de allí no pudo parar de reir nunca más.


F.R.



Soplaba y soplaba, 
pero la flauta parecía muda, 
ajena, 
como si no convocara 
salvo el deseo de ser tocada...

Los ratones ya no respondían como antaño

al hechizo de la música 
que siempre dominaba sus pasos...

¿Será que solo se tratará de andar, 

errante, 
entre árboles, 
regalándole los sonidos al viento?